domingo, 22 de mayo de 2011

1. Así nada más...

¿Cúando me volví ese ser tan apático? ¿cuándo perdí el brillo? Sin saber esto he estado subsisitendo, sin la consciencia, siendo tonta, atrasada, sin cambios, simplemente estancada... el inicio de todo esto es tan difuso que sólo resta a la pregunta ¿cómo fue? responder así nada más...
Es tan triste de repente estar sumida en esta realidad que es tan tangible que duele y corta, simplemente me he mantenido de pie por inercia y esa chispa interior de vida se apaga sin que me percate, ni siquiera es muerte, es una submuerte patética que se refleja día a día en el espejo, un esbozo muy bizarro absolutamente irremediable, así que al momento de hoy abrir los ojos ha sido todo un suceso, esto ha sido gracias, irónicamente, a ti, no hay remedio, este lazo aún no se rompe, ha sido la ironía y el destino sarcástico quien a predispuesto este momento, ya no preciso más de tus servicios de desprecio, ahora preciso sacar todo esto de adentro de la cabeza, solo ha sido un impulso el que necesitaba para la catarsis.
El estar en el letargo terrible mata aún más que el cáncer, me río ahora de que te hayas comparado con el cáncer, es infinitamente narcisista pensar que alguien es un cáncer... La verdad, esa tarde o temprano llega, me pregunto que habrá sentido aquel pobre sujeto inerte en la banqueta segundos antes de ser asesinado... Desde que lo vi, por mi mente ronda esa pregunta ¿qué habrá pensado antes de morir? ¿quién habrá sido su último pensamiento antes de morir? y me intriga porque me gustaría, en el fondo, saber cuál será el mío... Las últimas estadísticas de mi mente y mis neuronas ataviadas de numerosas fuentes de información proveniente de cada uno de mis sentidos indican que debo dejar de futurizar y plantar los pies en donde debo, así que este primer reconocimiento es necesario... Otra cosa que llegó: Acomodar mis sentimientos y mis pensamientos... suena bien, suena fácil... pero simplemente es complicado... ni siquiera tengo una idea de dónde comenzar, será pues aleatorio. ¡Qué tonto es todo esto de la insignificancia exaltada de  una tormenta en el vaso de agua!... Salir pues nadando... Ni siquiera sé nadar, eso es el primer paso supongo...

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